El tranvía 28 emprende la empinada cuesta de la Rua da Conceiçao con un alegre repiqueteo de campanas ¡estoy en Lisboa!
Tras visitar Trujillo, encantadora y petrificada en el tiempo, llegamos a Lisboa, deslumbrante y romántica, con sus amables gentes presas del agridulce hechizo de la saudade.
Mecidos por el traqueteo y acariciados por la brisa del atlántico, llegamos a Largo Portas do Sol y admiramos sus preciosas vistas.
La ciudad está llena de atractivos, rincones con encanto decadente ¡y españoles! a veces parece haber más que portugueses.
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TRUJILLO |
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¡¡Saboreando sus productos!! |
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Con la luna en la Plaza de Trujillo |
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¡¡¡Lisboa!!! |
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En el tranvía |
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Probando la ginjinha portuguesa |
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¡¡¡¡Yendo a comer el mejor arroz con marisco de Lisboa!!!! |
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Super vistas |
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¡¡¡¡Admirando la Plaza de Comercio!!!! |
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