En el antiguo matadero de Legazpi hay un sinfín de ofertas interesantes; exposiciones, conciertos, representaciones teatrales, mercadillos artesanales y de diseño, y el otro día había una feria muy chula al aire libre de puestos de comida callejera,
la mayor parte de ellos en preciosas caravanas y camioncitos adaptados para la venta. Hacía un día estupendo y el puesto que más vendía era el de... ¡cerveza! con una interminable cola que no disuadía a la parroquia. Había un público heterogéneo y variopinto, acaso más variado que la oferta de los puestos, que en su mayor parte era de perritos calientes, hamburguesas, pizzas y bocadillos. Se echaba en falta más originalidad como comidas del mundo: japonesa, china, mejicana... y sobre todo ¡peruana! seguro que hubiera triunfado ;) Aunque nos quedamos sin cerveza, fue un día estupendo de pasear y curiosear bajo el cálido sol de invierno, comer delicias a precio razonable y ver interesantes propuestas.
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