A menudo no sabemos qué ponernos y nos acabamos poniendo cualquier cosa excepto lo que en principio nuestro yo más atrevido nos susurró al oído.
Muchos vestidos y prendas hibernan en nuestros armarios a la espera de la ocasión adecuada, o de un rapto de atrevimiento, que raramente llega. Debemos sobreponernos a nuestras inseguridades y dejarnos guiar por nuestro instinto sin temer a lo que pueden pensar y sin tratar de camuflarnos en situaciones en que todo el mundo viste de manera similar. La decisión está en ti.
Falda: Anatomía
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